Ministerio de
Educación
Instituto
Fermín Naudeau
Asignatura:
Español
Examen
Trimestral (blog)
Profesor:
Miguel Acosta
Estudiante:
Astrid Mendoza,
Helen Peña y Cesar Garcia
Nivel:
9 A
Año Escolar:
2016
Biografía de
Manuel José Pérez
Biografía de
Manuel José Pérez
Nació el 13 de diciembre de 1837, en la ciudad de Panamá. Doctor en Derecho
y Ciencias Políticas, fue abogado de profesión y tuvo una destacada carrera
judicial. Vivió largas temporadas en la población de Chepo, donde tenía
valiosas propiedades, e hizo frecuentes viajes al Sur. (Varios hermanos suyos,
entre ellos Ramón, reputado filólogo, se habían radicado en Guayaquil.) Murió
siendo Vicepresidente del Tribunal Superior del Departamento de Panamá, el 28
de septiembre de 1895.
Según Rodrigo Miró: “Entre nuestros románticos, Pérez se revela como el de
más ancha ambición. Hombre de preocupaciones varias, espiga en muchos campos.
Teoriza sobre política y sobre filosofía moral, al par que hace literatura.
Como poeta, a juzgar por la cronología de su obra, es un caso de expresión
tardía. Por lo mismo -ocurre con los que llegan tarde-, una entusiasta. Musset,
Lamartine, Byron son parte de sus cariños poéticos. Y Espronceda y Núñez de
Arce lo influyen claramente. Escribe poemas de intención filosófica y fáciles
adocenados versos de album, o bien composiciones delirantes, hijas de una
fértil fantasía. Es poeta impulsivo -lo confiesa-, no dado a corregir. Sin
embargo, se mantiene dentro de un decoroso nivel, y alcanza a ratos calidad.”
El Doctor Pérez tenía dotes especiales de orador; y varias veces se le oyó
en la tribuna expresando con elocuencia sus brillantes opiniones. Era
colaborador obligado de todos los periódicos de la capital, pues conocidos como
eran su genio poético y aptitudes para el periodismo, su colaboración era
solicitada por doquier.
Rodolfo Aguilera, nos cuenta en su obra, que cuando murió el Doctor Pérez,
el sepelio fue suntuoso y popular. El pueblo siempre noble, generoso siempre,
concurrió hasta el cementerio; no ha despedir quizás al adversario político;
sino al escritor connotado y al amigo verdadero.
Obras
Ensayos
morales, políticos y literarios. Tipografía
de M. R. de la Torre e Hijos, Panamá.
|
1888
|
El último
delirio de Lord Byron. Poema en prosa.
|
1889
|
Las teorías. Imprenta y Encuadernación de Aquilino Aguirre, Panamá.
|
1890
|
Sin nombre. Imprenta Florentino Mora, Panamá.
|
1891
|
Poesías
A
Miguel Grau, por
Manuel
José Pérez
__
Contra – Almirante de la
Escuadra Peruana y
Comandante del
"Huáscar".
__
SONETO
Surcas el mar en busca
de enemigos:
Cual David a Goliat,
audaz provocas;
Patria y Honor en el
conflicto invocas,
que del duelo inmortal
son tus testigos.
Dios es el juez; por
premio, la Victoria:
Del combate, las olas
son la arena,
y en tu frente gentil,
noble y serena
luce el fulgor de
inmarcesible gloria.
Caballero y cristiano,
tú al vencido
le tiendes, digno,
generosa mano,
y lloras junto al muerto
y al herido;
Que bajo el noble
pabellón peruano,
otra patria reclámate al
olvido,
pues del Perú eres hijo;
y _ _ _colombiano.
Deseo
Sin Nombre, por
Manuel
José Pérez
Yo busco entre las
sombras de la noche,
un algo, un no sé qué;
de la flor el aroma en
casto broche
buscándolo aspiré.
He libado la miel de los
panales
tan dulce y perfumada,
y en lagos de purísimos
cristales
mi sed quedó saciada.
Y en la mañana, al
descorrer la aurora
sus puertas de zafiro,
he buscado en su luz
arrobadora,
aquello en que delirio.
Mas ni la sombra, ni la
flor, ni el día,
satisfacen mi ardor;
ni la miel de panales mi
agonía,
ni el llanto mi dolor.
Falta a mi ser un algo,
un no sé qué,
vida a mi corazón;
sueño que vivo y sueño
que soñé,
y el sueño es ilusión.
¿Dónde, cómo llenar este
vacío,
que siento dentro en mí?
Cálmate, corazón, para
el hastío,
¡ay! , la tumba está
allí...
Fantasmagoría,
por
Manuel
José Pérez
(Inédita)
Vago ansioso por tu
orilla
pintoresco “Mamoní”,
mirando el cristal de tu
onda
y tu arena tan sutil.
Llego y trepo a la
colina,
y distingo desde allí
cual tus aguas culebrean
pintoresco “Mamoní”.
Voy buscando en tus
orillas
los amores que perdí,
y pregunto a la
corriente
que murmura dulcemente
si mi Filis está allí;
Y los ecos me responden,
pintoresco “Mamoní”,
en tus ondas y
torrentes,
y en la voz de tus
corrientes:
“Ya tu Filis no está
aquí”.
El
Eco, por
Manuel
José Pérez
Mis ojos con sus ojos se
encontraron
y al suelo los bajamos
todos dos,
nuestros labios acaso
murmuraron
un voto, una plegaria,
una oración.
Tímidas, nuestras manos
se enlazaron,
mas, no miré su rostro
encantador,
que a mis ojos las
lágrimas velaron,
y romperse sentí mi
corazón.
Y trémulos, sin voz
permanecimos,
y el silencio tan sólo
fue el que habló;
y así, un poema de amor
nos repetimos,
desde el “te amo, mi
bien”, hasta el “adiós”.
Y entonces nuestros ojos
se encontraron,
y al imán de su aliento
abrasador,
mis labios con sus
labios se juntaron,
y a su seno, mi seno
comprimido . . . . . .
. . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . .
Del éxtasis aquel,
cuando volvimos,
el silencio rompióse
entre los dos;
“Nos amaremos siempre”,
nos dijimos;
y un eco, “siempre,
siempre”, repitió!
De su ser los efluvios
me embriagaron,
mi mente en ilusiones se
recreó;
el néctar que mis labios
saborearon
en sus labios de miel,
me enloqueció.
Delirios inefables que
pasaron,
que envidiaran los
ángeles de Dios;
promesas que los vientos
se llevaron,
juramentos que el viento
arrebató . . . . . .
. . . . . . . . . . . .
. . . . . . . . . . .
La vi después; sus ojos
se inclinaron
como otra vez, al suelo,
con rubor;
y mis labios entonces
balbucearon
espantosa, tremenda
maldición;
Nuestras manos entonces
no enlazamos,
entonces su mirada no se
alzó;
un “adiós” suspirando
murmuramos,
y el eco repitió, “por
siempre, adiós”.
Acróstico,
por
Manuel
José Pérez
[INÉDITA].
__
A GERÓNIMO DE LA OSSA.
__
Alma del alma mía, luz
de mis ojos,
Numen divino,
inspiración del bien,
Generosa criatura, a
quien rendido
Estremécese y póstrase
mi ser;
Luzca ya para mí una
nueva aurora,
I al dulcísimo acento de
tu voz,
Ciña mi mano con azahar
tu frente
Ante el altar purísimo
de Dios.
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